Wednesday, November 08, 2006

Viajes imperiales

Viajes imperiales
Francisco Javier Chaín Revuelta

Al emperador mexicano del siglo XIX Agustín de Iturbide, cuyo busto preside una de las esquinas del zoco mozárabe cordobés, le autorizó con beneplácito el Congreso pudiera salir del país acompañado de su honorable familia con la encomienda de jamás regresar. Después de residir en Florencia e Inglaterra, reingresó por Soto la Marina donde lo arrestaron y luego juzgaron en Padilla, Tamaulipas. A principios del XX, el congreso mexicano autorizó también un viaje sin retorno a su dictador (oaxaqueño) Porfirio Díaz quien con la familia y unos centavos, se fue a residir y morir a La Grande France.

Entre los emperadores de finales del siglo XX, podemos citar al rey de la solidaridad, quien al no contar con autorización alguna, presionó a los mexicanos el 1º de marzo de 1995 con nutritiva huelga de hambre, para que al tercer día, tras reunión en la residencia oficial de Los Pinos, dejando de rehén, al mayor de sus hermanos, abandonara el país para regresar sólo esporádicamente por asuntos familiares durante el sexenio de Zedillo. Este último emperador, Ernesto Primero, se le mantiene (becado) en el santo exilio.

Arrancado el XXI siglo, el 9 de abril del 2002, el senado mexicano, con una grave decisión histórica a cargo de las fracciones del PRI, PRD y PVEM, negó permiso al emperador Vicente para viajar a EU y Canadá, a pesar que este cuerpo senatorial, sabía y conocía muy bien, que el emperador de la cocacola, mostraba ya una desastrosa conducción política y económica del país. Al senado de aquella época, del 2002, conocido también como el Senado Fiel, le faltó valor para autorizar la salida del emperador con toda y su honorable familia y el mérito de haber impedido que el país se encuentre en este abismo e infierno.

Lo prudente y más patriota en aquel momento no consistía en negarle el permiso para salir del país, lo que procedía era negarle el regreso para siempre al país, para que se hubiera quedado allá en los USA para siempre, de sirviente de los Bush. Pero dicho Senado no tuvo las agallas suficientes y le negó la salida dejándole seguir fastidiando, hasta hoy, a los mexicanos. Hay que hacer notar que ya llevaban 16 veces autorizándole salidas y cruelmente en todas ellas le permitían regresar, esa fue la puntilla y llevó al traste a millones de mexicanos. Andrea Becerril nos documentó esos sucesos en los cuales la senadora prisita Silvia Hernández clamaba en la sala de senado “¡Dieciséis viajes antes, sí. Este viaje, no!” cuando debió clamar: ¡Que se vaya sí, que regrese no! También nos cuenta Andrea que otro senador priísta llamado Fidel Herrera recordó a los panuchos que en anterior legislatura ellos también negaron la salida de Ernesto Zedillo a Washington.

Ahora el gran diario El Mundo nos informa que, apenas pasados los días de todos santos y días de difuntos y muertos, Vicente Fox, ha sido impedido por el congreso para salir para Australia y Vietnam, con el muy increíble argumento que debe quedarse a “resolver” el problema de Oaxaca y de las bombas. ¡Habrase visto tan falso y mal argumento! ¡El sujeto nunca ha resuelto nada en su vida, ni con todo y señora! ¿No fue desastroso su reinado? ¿Quien puede pensar que al quedarse este mes resolverá algo? Otra vez le falto valor al congreso, debieron dejarlo marchar de una buena vez y por todas tranquilamente a Vietnam, Australia y hasta la China sin regreso. fjchain@hotmail.com